El Privilegio de Ser Hijos

Las buenas nuevas del cielo se acercan a tu vida, sin importar lo que haya sucedido antes. En este blog, el pastor Willians Vélez nos recuerda que creer en Jesucristo nos otorga una identidad única y transformadora como hijos de Dios.

Ser hijos de Dios: un privilegio que transforma

Si creemos en Jesús por la fe:

  • Somos engendrados como hijos de Dios, con derecho a Su amor y cuidado.

  • Nos convertimos en amigos de Dios, desarrollando una relación íntima con Él.

  • Por Su gracia, somos llamados a ser siervos de justicia y templos del Espíritu Santo, donde Su vida y presencia residen.

Estos privilegios no solo nos posicionan ante Dios, sino que nos transforman internamente, dándonos una vida llena de propósito, esperanza y gozo. Comprender nuestra identidad como hijos nos permite vivir con confianza, valor y seguridad espiritual, aun frente a las dificultades.

Aplicando este privilegio en la vida diaria

Vivir conscientes de nuestro privilegio como hijos de Dios nos invita a:

  • Aceptar la guía del Padre con confianza, sabiendo que Su intención es nuestro bien.

  • Vivir con gratitud y gozo, reconociendo cada bendición como una expresión de Su amor.

  • Compartir con otros la seguridad y alegría que provienen de nuestra identidad en Cristo.

Este capítulo nos recuerda que no estamos solos, y que nuestra relación con Dios es activa, transformadora y llena de beneficios eternos.

Reflexiona y actúa: Hoy tienes la oportunidad de vivir como hijo de Dios, disfrutando de todos los privilegios que Él te otorga. Acepta Su guía, fortalece tu relación con Él y comparte Su amor con quienes te rodean. No dejes pasar la oportunidad de experimentar Su presencia de manera transformadora.

Basado en el capítulo cuatro: El Privilegio de Ser Hijos, del libro “Dios es mi Padre” escrito por el pastor Willians Vélez S.


🎧 Escucha el Audiolibro y Complementa tu Aprendizaje

Para profundizar en esta enseñanza, puedes adquirir el libro (en físico o digital), también puedes escuchar el audiolibro completo en diferentes plataformas:

Anterior
Anterior

Disfrutar de Dios, mi Padre

Siguiente
Siguiente

Un Padre Insuperable